Teniendo un poco de visión celestial podríamos decir que de esto precisamente estaba hablando el apóstol Pablo cuando escribió en: Hebreos 10:25 “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” Nuestro Señor Jesucristo no dice dónde ni cuándo hay que congregarse; pero si dice cuál debería ser el motivo de esa reunión y es Él. Así que puede haber muchas reuniones pero no en todas está el Señor.
Congregar del verbo griego ‘sunago o sunercomai’ que traduce “juntar, reunir”. Palabra que también encontramos en: 1 Corintios 11:17-18 “Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. 18_ Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo.”
Tenemos la misma palabra “congregar” pero en esta reunión no está el Señor. Así que tomando la traducción de la palabra griega ‘sunago o sunecomai’, cuando vamos a la iglesia nos vamos a reunir con otras personas que van a la iglesia. Y Jesús no está diciendo esto; sino que dice que nos reunamos con Él.
En Mateo 11:28 leemos: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” Así que no es sólo ir a la Iglesia sino venir a Jesús. Él dice ¡Venid a mi! No dice, id a la iglesia.
Esta reunión, comunión, acuerdo con Jesús se manifiesta en el favor del Padre; hacia los congregantes; hacia las personas que se han unido con un mismo propósito. Mateo 18:18-19 “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. 19_ Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.”
Lo que decía el apóstol Pablo en su carta a los corintios, podemos verlo también en lo que escribió Isaías por mandato divino: Isaías 58:4 “He aquí que para contiendas y debates ayunáis y para herir con el puño inicuamente; no ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto.” En el siguiente pasaje podemos leer y discernir lo que sí debe haber en la reunión con el Señor o sea en la congregación.
Esto es lo que debe haber en la congregación o reunión en el nombre de Cristo: Zacarías 8:16-17 “Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad según la verdad y lo conducente a la paz en vuestras puertas. 17_ Y ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni améis el juramento falso; porque todas estas son cosas que aborrezco, dice Jehová.” No se trata de estar en todos los cultos o servicios ¡no! se trata de estar reunidos con y en el Nombre de Jesús.
Esto es lo que el Espíritu de Dios menciona que es la congregación: Hebreos 12:22-24 “sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, 23_ a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, 24_ a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.” para una mejor comprensión le invito a leer la versión de Palabra de Dios para Todos — PDT
Es muy importante congregarse; sino lo fuera Satanás no estaría tan dispuesto e interesado en mantener alejadas a las personas de ese lugar de comunión. usted es un miembro y junto con otros miembros completan el cuerpo de Cristo; y la Biblia dice esto acerca de la Iglesia. Efesios 5:29-30 “Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, 30_ porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.”
La comunión es los unos con los otros. la comunión no es alejarse del hermano que no le cae bien y formar un grupo aparte ¡no! la comunión es como un circulo donde todos van al centro, donde está Jesús. De ahí que en Hebreos 12:23, leamos “los primogénitos que están inscritos en los cielos” porque en Cristo todos los cristianos son considerados por el Padre ¡Primogénitos! — ¡Aleluya!
Oración:
Amado Padre Celestial, te doy las gracias por unirme con otros creyentes para hacer participantes de la naturaleza divina que es en Jesús tu Hijo y nuestro Señor. Se que cuando camino en la unidad del Espíritu con otros creyentes; tu poder se manifiesta y es vista tu gloria. Amén y amén.