Efesios 2:18 [NTV] “Ahora todos podemos tener acceso al Padre por medio del mismo Espíritu Santo gracias a lo que Cristo hizo por nosotros.”
El apóstol Pablo en este capítulo enseña que tanto los judíos como los gentiles estaban fuera del acceso al Padre. Aunque los judíos estaban cerca por cuanto guardaban la Ley pero no tenían acceso al Padre y los gentiles conocían poco o nada acerca de Dios.
Así que tanto los unos como los otros estaban fuera aunque estuvieran cerca. Cuán fácil se puede caer en la creencia de que si se guarda la Ley o se cumplen con algunas normas básicas de ayuda al prójimo se tiene acceso a Dios.
Pablo les explicó tanto a unos como a otros que no es lo mismo estar cerca que tener acceso; es decir entrada. Que para poder tener acceso, entrada al Padre él mismo envío a su Hijo para no solamente acercarnos sino para entrar ¡Aleluya!
La realidad es esta. Y es que desde la caída en el Huerto en el Edén, el acceso al Padre fue sellado y desde ese momento sólo por el esfuerzo y los sacrificios se podía acercar a la presencia de Él.
Pero nada de lo que el hombre pudiese hacer le daba la confianza, la seguridad del acceso al Reino Celestial. Desde ese momento cada uno se buscó la manera de estar cerca de un Dios, dando a luz la religión.
La religión no es otra cosa que el esfuerzo humano de alcanzar y satisfacer a un Dios inalcanzable e imposible de satisfacer. De ahí que haya tantos dioses formados, creados por el hombre para sentirse según su parecer cerca de dicho dios.
Al no ser un dios real, un dios verdadero; el hombre no cambia y se sigue sintiendo insatisfecho y afligido en gran manera. Los judíos estaban cerca de Dios porque tenían conocimiento previo acerca de Él mediante las Sagradas Escrituras y lo adoraban en sus ceremonias religiosas. Los gentiles estaban lejos ya que conocían poco o nada acerca de Dios. Debido a que ningún grupo puede salvarse por buenas obras, conocimiento ni sinceridad, tanto uno como otro necesitaron oír acerca de la salvación disponible a través de Jesucristo.
Esto es lo que enseña — Efesios 3:12 [NTV] “Gracias a Cristo y a nuestra fe en él, podemos entrar en la presencia de Dios con toda libertad y confianza.” Es por eso que tanto judíos como gentiles debían conocer a Cristo; ya que ni la practica de ceremonias y ritos que era la religión judía ni el estar fuera de ella podían producir un acceso al Padre.
Jesús sacó a los judíos de su religiosidad y a aquellos que le aceptaron tuvieron ahora sí el acceso al Padre.
De igual manera los gentiles que creyeron en el Señor por la predicación del apóstol Pablo, dejaron de ser extranjeros pasaron a formar parte de la gran familia de Dios, dejaron de estar fuera del pacto y las promesas y por medio de Cristo tuvieron acceso directo al Padre; y todo esto por la buena voluntad de Dios que así lo quiso ¡Gloria a Dios!
La palabra “acceso” que encontramos en el pasaje de Efesios 3:12 del griego ‘prosagoge’ que traduce literalmente “llevar o traer a la presencia de” en otras traducciones podemos encontrar que significa “inducción, introducción”. 2 Crónicas 18:18-22 “Entonces él dijo: Oíd, pues, palabra de Jehová: Yo he visto a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba a su mano derecha y a su izquierda. 19_ Y Jehová preguntó: ¿Quién inducirá a Acab rey de Israel, para que suba y caiga en Ramot de Galaad? Y uno decía así, y otro decía de otra manera. 20_ Entonces salió un espíritu que se puso delante de Jehová y dijo: Yo le induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué modo? 21_ Y él dijo: Saldré y seré espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas. Y Jehová dijo: Tú le inducirás, y lo lograrás; anda y hazlo así. 22_ Y ahora, he aquí Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca de estos tus profetas; pues Jehová ha hablado el mal contra ti.” Es como cuando un intermediario presentaba delante del rey a los que venían a suplicar clemencia o ayuda; y lo hacían garantizando su autenticidad.
Podemos verlo cuando Bernabé presentó a Pablo a los demás apóstoles. Hechos 9:26-28 “Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, no creyendo que fuese discípulo. 27_ Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había hablado valerosamente en el nombre de Jesús. 28_ Y estaba con ellos en Jerusalén; y entraba y salía”
¿Qué pasaba con Pablo? Lo que sucedía era que tenía un pasado de maldad, de ser un perseguidor de los cristianos, de ser un asesino. Y él por sus fuerzas intentó entrar en comunión con otros cristianos; pero por su pasado era rechazado, hasta que fue presentado por uno que tenía testimonio entre ellos y era Bernabé.
Esto es lo que hace Jesús con cada persona que le recibe como su Señor y Salvador. Y es que el pecador y mucho menos el que practica el pecado; no tienen acceso alguno a la presencia del Padre. Este no tiene ningún derecho a acercarse por su cuenta, y obtiene acceso o entrada únicamente por medio de Cristo.
Al igual que Bernabé garantizaba la autenticidad de la conversión de Pablo pero sólo a otros cristianos y no delante de Dios. Para esto fue dejado el Espíritu Santo para garantizarnos la entrada al Padre por medio de Jesucristo — Efesios 2:16-18 [PDT] “Cristo murió en la cruz y con su muerte terminó la enemistad entre los pueblos, hizo que todos estuvieran en paz con Dios y que fueran un solo cuerpo. 17_ Él vino y proclamó la paz tanto a ustedes que estaban lejos de Dios como a los que estaban cerca de él. 18_ Por medio de Cristo todos podemos acercarnos al Padre en el mismo Espíritu.”
El Espíritu Santo es el que le da testimonio al Padre de nuestra fe en su Hijo Jesucristo; por eso es que Dios no puede ser engañado ni burlado, y así mismo nos da testimonio a nosotros de que somos hijos e hijas de Dios, ciudadanos del cielo y herederos de todas las promesas. Efesios 1:13-14 “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14_ que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.”
Jesús ha sido y es tu salida de la tradición religiosa y de la ignorancia espiritual y Él mismo nos ha llevado al Padre para que tengamos acceso.