Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
En el Salmo 20, en los versos 1 y 2 leemos: “Jehová te oiga en el día de conflicto; El nombre del Dios de Jacob te defienda. 2_ Te envíe ayuda desde el santuario, Y desde Sion te sostenga.”
Cuando David dice “el nombre del Dios de Jacob te defienda”, se está refiriendo al hecho de que Dios liberó a Jacob tres veces en momentos de tribulación. Génesis 35:3 “Y levantémonos, y subamos a Bet-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado.” Después de esto, Bet-el se convirtió en un lugar de obligatoria visita por decirlo de alguna manera; para todos aquellos que buscaban la ayuda de ese Dios del cual hablaba Jacob.
Todo el que iba a ese lugar iba con el pensamiento de agradar a ese Dios de Jacob. Por lo tanto establecieron para sí mismos y otros normas y sacrificios como ritos para alcanzar el favor divino que tanto ansiaban. Es decir; se pasó de la gracia al favor merecido por obras; y al igual que el resto de naciones se convirtieron en idolatras de sí mismos creyéndose unos más buenos y merecedores del favor divino que los demás. Lucas 18:9-14
Esta parábola de Jesús explica perfectamente lo que es y hace la religión en el corazón del hombre. La religión; es la esperanza del hombre de alcanzar a Dios por méritos propios.
La verdad es esta. Y es que desde que el hombre es hombre ha tenido en su conciencia de que existe un Dios; un ser superior a todos y es por esta razón que intenta alcanzarlo. Lo que el hombre en su ignorancia desconoce es que hay una gran barrera entre él y ese Dios de Jacob llamada “PECADO”. Romanos 3:23 “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”
Conociendo satanás la necesidad del hombre de alcanzar al Dios de Jacob; al Dios de Israel; y sabiendo que no podía anular ese deseo en el corazón de la humanidad lo inclina a adorar lo que por naturaleza no puede ser Dios. Apocalipsis 12:9 “Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.”
Jehová Dios nuestro, quien es el Dios de Jacob viendo la necesidad del hombre de alcanzarlo se hizo cercano; por medio de su Hijo Jesucristo tomando forma de hombre. 1 Juan 2:1-2 “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 2_ Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.”
Ha sido Dios quien se ha acercado a nosotros y en esto consiste la humildad; y es el reconocer que era y sigue siendo imposible para el hombre acercarse a Dios por medio de sus propios méritos. Cuando recibes a Jesús; estás recibiendo al Padre y el hacer su voluntad provocas que su Reino se establezca donde tú estés y vayas ¡aleluya!
El hombre creado a su imagen y semejanza lo rechazó, la nación en la cual nació lo rechazó. Y la razón nos la da el Espíritu Santo por medio del apóstol Juan en: Juan 3:19 “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.”
A pesar de las advertencias en cuanto el adorar a lo que no es Dios, las personas de todo el mundo, se habían habituado a su religión, que es su tradición y el cumplimiento de los deseos de su carne. Deuteronomio 5:8 “No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.”
La razón de esta advertencia era para que la humanidad no volviera a caer en el engaño de Satanás y sus demonios; como ya hemos leído en: Apocalipsis 12:9 “Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.”
La expectativa que debes tener es que si has recibido a Jesucristo como tu Señor y Salvador, las cosas son y serán; mucho más excelentes que antes. Romanos 5:10 “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.”
El nombre del Dios de Jacob del que hablaba el rey David es para nosotros ¡Jesús El Cristo!
Y ahora tenemos una nueva vida. Lo dijo el Señor en Juan 10:10; el también el apóstol Pablo en: 2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” Al igual que el apóstol Pedro en: Hechos 3:19-20 [PDT] “Por lo tanto, cambien su manera de pensar y de vivir, vuélvanse a Dios y él les perdonará sus pecados. 20_ Entonces el Señor les mandará la época que él ha predicho. Serán tiempos de alivio y renovación. Les enviará al Mesías a quien él escogió: es decir, a Jesús.”
Tú decides. Jesús es el camino que el Padre mismo preparó para ir hacia Él. Jesús nos trae a la relación —que es el conocimiento de la voluntad del Padre— Pero después de esto; le corresponde a cada uno de los que aceptan la gracia el establecer la comunión —que es la participación de los bienes espirituales con Dios—