Isaías 50:4 [NVI] “Mi Señor y Dios me ha concedido tener una lengua instruida, para sostener con mi palabra al fatigado. Todas las mañanas me despierta, y también me despierta el oído, para que escuche como los discípulos.”
Qué hermosa porción de la Palabra de Dios encontramos en este pasaje. El hombre o mujer de Dios debe ser como el siervo de Dios que aquí representa a Jesucristo nuestro Señor.
Jesús vino a consolar al afligido, a darle paz al que en tribulación andaba, a darle libertad a los que estaban en la cárcel oprimidos; como Él mismo testificó cuando leyó en el rollo del libro al profeta Isaías 61:1ss., y dijo que ahora esa misma palabra se cumplía delante de los oyentes ¡Aleluya! Lucas 4:21 “Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.”
Pero ¿cómo consolar a otros? primeramente hay que recibir consolación y de ahí el llamado del Señor que dice: Mateo 11:28 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”
Y nadie puede dar aquello que no tiene. Es decir, no puedes dar paz si tú mismo no tienes paz. Y para poder consolar debes recibir primeramente consolación y la verdadera consolación proviene sólo del cielo. Esto lo sabía perfectamente Juan el Bautista y dijo esto acerca del Señor — Juan 3:27 “Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo.”
Si la Palabra dada por Dios puede sostener al cansado, fortalecer al débil, consolar al afligido; imagínate entonces lo que ella puede hacer si la declaras a favor tuyo. Si la Palabra dada por Dios puede sostener al cansado, fortalecer al débil, consolar al afligido; imagínate entonces lo que ella puede hacer si la declaras a favor tuyo.
Por eso es que debes ser valiente, esforzado y muy valiente para sostenerte en lo que Dios ha hablado. Pero no solamente es ser valiente en lo que te convenga sino en todo lo que te mande el Señor. Isaías 50:5 dice esto acerca del siervo de Dios — “Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás.”
Recuerda que lo que hay en el mundo es un espíritu de temor —que es la timidez— de terror, de angustia y desesperación. Pero Dios mismo preparó, lo arregló todo para que al creer en su Hijo Jesucristo ese espíritu fuese cambiado por el Espíritu de vida y verdad ¡Gloria a Dios! 2 Timoteo 1:7 [PDT] “Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no nos hace cobardes, sino que él es para nosotros fuente de poder, amor y buen juicio.”
Ahora bien; si en verdad no has sido rebelde al llamado, a la consolación de parte de Dios por medio de su Hijo Jesucristo, ahora sí tenemos algo que dar como dice este versículo y es “Poder, amor y buen juicio; que es una mente sana”.
Ahora tienes el poder de amar a tus enemigos, a los que te aborrecen, a los que te persiguen y ultrajan para orar por ellos y sean liberados de su cárcel de resentimiento y amargura.
Tienes el poder para llamarlos de las tinieblas y llevarlos a la luz de Cristo y dejarlos ir libres.
Tiene el poder de proclamar un año de abundancia y prosperidad sobre ti y los demás; tiene el poder de ordenar que todos los afligidos se les cambia el manto de angustia de su espíritu por el manto de la alegría.
Ahora tienes el poder de establecerlos no como personas que arruinan sino que reedifican y son de bendición dondequiera que vayan.
Si haces esto por otros es porque para ti mismo lo has hecho. No digas que tienes una mente o memoria mala; que no puedes retener nada, que todo se te hace difícil ¡NO!
No desarrolles un vocabulario de necesidad en tu vida porque entonces también lo harás en la vida de los demás. Recuerda que sólo se puede dar de lo que se tiene.
En Dios no hay temor, no hay condenación no hay miedo o timidez y de lo que el Padre es llenó a su Hijo — Colosenses 2:9-10[PDT] “Todo lo que Dios es habita corporalmente en Cristo, incluso en su vida en la tierra. 10_ En Cristo, ustedes están completos y no necesitan nada más, pues él es cabeza de todos los gobernantes y poderes.” — y de su plenitud tomamos todos ¡gracia sobre gracia, aleluya! Juan 1:16 “Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.”
Aunque en el mundo esté de moda hablar con temor y de las cosas malas que están pasando; tu echa mano de la vida eterna y no te expreses como ellos; no te pongas de su parte, más bien sánalos, consuélalos con la misma consolación que has recibido si es que no has sido rebelde a lo hablado por el Señor. 2 Corintios 1:3-4 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, 4_ el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.”
No se te ha dado o llamado a una nueva vida para vivir hablando y actuando igual que antes ¡NO! la vida que ahora tienes es una vida de Gloria y victoria continuas en Jesucristo el Señor. Por lo tanto evita el lenguaje del miedo y habla siempre de fe, porque has nacido de la fe; por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre; así habla con valentía, esfuérzate y sé valiente. Eres nacido de Dios, y tienes su misma plenitud; la misma que Jesús tenía cuando estuvo en la tierra por lo tanto, el miedo no tiene cabida en tu vida.