Romanos 12:2 [NVI] “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cómo es la voluntad de Dios: buena, agradable y perfecta.”
¡No se amolden! Que gran expresión y cuan significativa es para la iglesia la que debe tomarse en serio lo que aquí se le exige.
Es un llamado a la iglesia a no seguir viviendo como antes en la ignorancia de las cosas espirituales, porque ya han sido sacados de esa atmósfera de confusión y engaño. Gálatas 1:3-5 “Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, 4_ el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, 5_ a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.”
Y es claro que vivíamos con esa mentalidad humana, corrupta y con la supuesta sabiduría no del cielo sino terrenal, diabólica. Efesios 2:1-3 “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2_ en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3_ entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.”
El deseo de ira más allá; caminar la milla extra, avanzar otros mil codos (530 metros), a pedir ser lavado por completo y no sólo los pies; a pedir el doble de la unción, a desear salir de la barca y caminar sobre las aguas ¡aleluya!
A no conformarse solo con que llueva maná, ni que vengan las codornices, a no conformarte con la multiplicación de los panes y los peces; sino que la presencia de Dios te acompañe.
Esto es lo que nos manda nuestro versículo de inicio, a no amoldarte, a no ajustarte al mundo, acomodar, reducir, conformarse.
‘syschimatízomai’ el griego de la palabra “amoldar, amoldarse, conformar”, traduce “estar de acuerdo”. 1 Pedro 1:14 “como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia.”
Que de Dios depende tu crecimiento, esto es así; pero tuyo debe de ser el deseo de crecer. En ese deseo te vas a encontrar con cristianos acomodados, amoldados, acostumbrados a ser como el mundo.
Los hijos de los profetas; solo eran personas que estaban allí porque tenían el sustento asegurado y vivían de las limosnas que otros le pudieran dar. Pero Eliseo estaba dispuesto a ser la diferencia. Él no estuvo en ninguna escuela de profetas, ni siquiera fue instruido por Elías. Él simplemente creyó con fuerza que había escogido, elegido por Dios para reemplazar a Elías y que podía tener y hacer mucho más que Elías.
Jesús lo dijo a la iglesia — Juan 14:12 “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.”
En Juan 5:20, Jesús dijo: “Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.” Esto significa que los discípulos aun no habían visto todo el poder del Padre obrando en Jesús.
Y luego como hemos leído Jesús dice que cosas mayores se harán en su nombre.
Así que no te conformes, no te amoldes a esa situación en la que te encuentras. Si en verdad crees en Jesús, entonces como el dijo “obras mayores harás” ¡Gloria a Dios!
Haz igual que Eliseo, cree en tu llamado, cree en tu elección, cree en el Poder del Espíritu que te habita y entonces cosas que ojo no vio podrás ver y mostrar, cosas que oído no escuchó podrás oír y hablar y aun aquellas cosas que ni siquiera habías pensado que serían posibles lo serán por el poder que actúa en ti. 2 Corintios 3:4-6 “Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; 5_ no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, 6_ el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.”
Y esto es posible por la atención a las Escrituras — 1 Tesalonicenses 2:13 “Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.”
Declaración de Confianza:
Amado Padre Celestial, gracias por hacerme un ministro competente por medio de tu Espíritu Santo. Ahora sé que no hay limites y que no hay nada imposible para mi; por el poder que actúa desde mi interior por la fe en tu poderosa Palabra. Tomo la decisión de ir a por más y no quedarme con el agua a los tobillos, ni a las rodillas, ni a la cintura. Decido nadar en tu río que trae vida, salud, prosperidad. Me vuelvo uno con el Espíritu Santo y como río salgo a dar sanidad a las naciones en el poderoso nombre de Jesús. Amén y amén.