El versículo 19 de la misma carta a los corintios, habla de la obra de redención, de justificación y reconciliación que vino Jesús a hacer en la tierra. 2 Corintios 5:19 «que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.»
Es y siempre ha sido la voluntad del Dios Creador, desde la caída del hombre en el huerto en el Edén. Desde el mismo instante del pecado de Adán y Eva, ya el Señor intentó reconciliarse con ellos. La prueba de ello es que quitó el objeto de su vergüenza y fue cubrir su desnudez ¡Aleluya! Génesis 3:21 «Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.»
Y no fue solamente la provisión para quitar de ellos aquello que les avergonzaba; sino también al declarar la derrota eterna de la serpiente antigua a manos de la descendencia de la mujer. Génesis 3:15 «Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.»
Ahora bien el ministerio de la reconciliación no pudo llevarlo ningún hombre antes de Jesucristo; porque era necesario que Aquel que se enfrentase a la serpiente antigua y le venciera, no debía haber practicado sus obras, es decir no haber pecado.
En relación a esto el rey Salomón escribió: Eclesiastés 7:20 «Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.» palabras que repitió de su Padre David quien escribió en uno de sus salmos lo siguiente: Salmos 14:1-3. De esto mismo también habló el apóstol Pablo cuando le escribió a los romanos diciéndoles: Romanos 3:10-12 [NBV] «Como dicen las Escrituras: «Nadie es bueno, nadie en absoluto. 11_ Nadie entiende, ninguno busca a Dios. 12_ Todos han perdido el camino, nadie vive como Dios manda».»
Así que nadie podía reconciliar a la humanidad con Dios; por cuanto todos habían pecado. Romanos 3:23 [PDT] «Todos pecaron y por eso no pueden participar de la gloria de Dios.»
Así que no había nadie quien pudiese ejercer tal ministerio de reconciliación. Todos los que lo intentaron; lo intentaron en sus fuerzas bajo mandamientos y rudimentos, con ritos y tradiciones, pero el hombre seguía siendo vencido por lo malo; hasta la venida de Cristo ¡Gloria a Dios! Hebreos 5:3 [PDT] «El sumo sacerdote ofrece sacrificios por los pecados de la gente, pero como él también tiene debilidades, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados.»
Jesús mismo dijo que todos los que vinieron antes que Él no son verdaderos. Juan 10:8 «Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas.»
Al igual que los antiguos, así éramos nosotros — “enemigo de Dios”. El apóstol Pablo en su carta a los hermanos de Colosas les dice: Colosenses 1:21-22 [NBV] «En otro tiempo, ustedes estaban alejados de Dios y eran sus enemigos, debido a sus malos pensamientos y acciones. 22_ Pero ahora él los ha reconciliado por medio de la muerte que Cristo sufrió en su cuerpo, para presentarlos santos, sin mancha ni culpa, ante la misma presencia de Dios.»
De ahí que también escribiera a la iglesia en Corinto diciéndoles que ahora tenía una nueva vida — 2 Corintios 5:17 [NTV] «Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!»
Pero debes saber una cosa y es que la obre redentora, de justificación que es la reconciliación con el Padre sólo está disponible para los que creen en el Nombre de Jesús. Aunque murió cargando en su cuerpo con todo el pecado del mundo, también resucitó para justificar a los que creen en su nombre delante del Padre. Hechos 13:38-39 «Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree.»
Entiende esto y es que has sido reconciliado y ahora eres santo, sin mancha e irreprensible delante del Señor Dios Todopoderoso, no es por lo que hayas hecho o hayas dejado de hacer, sino que eres el fruto de la de la obra redentora, y el deseo de reconciliación del Padre que se hizo efectiva en tu vida al creer en su Hijo Jesucristo. Es por lo que Él es y lo que hizo en tu favor.
Ahora sí; al recibir por completo la gracia y el don de la justicia puedes reinar sobre la tierra ¡Gloria a Dios! Romanos 5:17 «Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.»
Y a todo esto se le llama ¡Evangelio!, el cuál es Poder de Dios para todos los que creen. Reinar sobre el pecado y la maldad con el Poder de Dios para desbaratar toda estratagema, maquinación o plan de las tinieblas en contra de ti, tu familia, barrio, ciudad y nación en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén y amén.